El portavoz de la Copa del Mundo Qatar 2022, a celebrarse en dicho país en noviembre de este año, confirmó que habrá penas de hasta once años de cárcel para quien despliegue banderas identificadas con la comunidad LGBTI+ en los estadios de la competencia.
Nasser Al-Khater mencionó que no se trata de un acto restrictivo o intolerante, sino más bien una ‘invitación’ a respetar la cultura del país, de mayoría musulmana, donde la homosexualidad sigue siendo considerada como un delito.
“Quien luzca la bandera en la próxima Copa del Mundo de futbol será arrestado por 7 u 11 años; estamos en un país islámico, se debe respetar nuestra religión, creencias y cultura”, advirtió Al-Khater sin importar que, durante las últimas semanas, algunos organizadores afirmaron que cualquier aficionado sería bienvenido.
El anuncio fue sumamente criticado por medios internacionales, quienes señalaron una flagrante hipocresía por parte de la FIFA por impulsar programas de inclusión y, al mismo tiempo, permitir que las autoridades qataríes impongan penas de cárcel por exhibir la bandera o hacer demostraciones públicas de afecto entre personas del mismo sexo.
Incluso, se subrayó que el propio perfil de Twitter del organismo rector del futbol mundial exhibe una bandera arcoíris en apoyo a la comunidad LGBTI+.
“Entendemos la situación, pero no podemos cambiar las leyes de un país ni podemos cambiar la religión durante los 28 días que dure la Copa del Mundo”, señaló Abdulaziz Abdullah Al Ansari, mayor general de la policía en Qatar.