Aunque la lluvia no suele ser una buena señal para la práctica del beisbol, los aficionados congregados anoche en el Palacio Sultán celebraron su presencia como si se tratara de un jonrón.
Durante el desarrollo del partido entre Sultanes y Piratas de Campeche, una lluvia a la altura de la sexta entrada obligó a suspender el partido durante algunos minutos, situación que fue celebrada por los aficionados locales, quienes han vivido en carne propia los estragos de la sequía y la falta de agua.
Desde que se dejaron sentir las primeras gotas, aficionados se levantaron de sus asientos a festejar con porras, cánticos y algarabía; el momento fue captado por las propias cámaras de Sultanes, quienes no perdieron tiempo y lo subieron a redes sociales.
En medio de la peor crisis de sequía en la historia de Nuevo León, gran parte de la población ha visto comprometido su acceso a agua potable, llegando a intentar conseguirla a través de aspersores y fugas, así como haciendo filas kilométricas frente a las pipas enviadas por el Gobierno del Estado, mismas que han resultado insuficientes para la gran demanda.
Por ello, la lluvia de ayer significó un verdadero bálsamo para la población de la Zona Metropolitana de Monterrey, en esperanza de que los volúmenes alcanzados hayan podido solventar un poco el nivel de las presas locales, mismas que desde hace semanas se encuentran en números rojos.