Un turista que visitaba Inglaterra arriesgó su vida para tomar una ‘selfie’ tras caer de la ladera de un acantilado.
Tratando de obtener la mejor captura, el hombre perdió su balance y cayó 37 metros al agua, aunque sorprendentemente sigue vivo.
Destaca que el viajero de 28 años de edad, sobrevivió a la caída porque la marea estaba alta en ese momento.
Dicho incidente ocurrió en Old Harry Rocks, una formación de rocas que se encuentra sobre el océano en Dorset.
El aficionado de la fotografía viajaba con cinco amigos quienes presenciaron con horror la caída.
Pero no solo estuvieron ellos presentes, ya que abajo un grupo de kayakistas de la zona vio el hecho y remó hacia el herido. Al llegar hasta él, lo ayudaron a llegar a la orilla rocosa al pie del acantilado de tiza y le dieron primeros auxilios.
Además, un bote salvavidas Swanage ayudó a rescatar al turista, de donde uno de los miembros comentó asombrado la situación.
«Sinceramente, no sé cómo sigue vivo hoy. Es una gran caída de entre 90 pies y 120 pies allí. La marea estaba alta en ese momento y aterrizó en el agua. No habría sido tan profundo, probablemente 4 pies como máximo”, detalló el rescatista Ian Brown.
Brown comentó de la fortuna del turista de solo haber sufrido heridas leves, como cortes y moretones, además, luego del incidente, el hombre estaba consciente y hablando.
Otro testigo que estaba en un barco de pesca en el área, Jack Reagan, también fue narró parte de los hechos.
«Uno de ellos gritó que alguien había caído por el acantilado. Miré a mi izquierda y había un tipo nadando en el agua hacia un kayak. Logró agarrarse a la parte delantera del kayak y lo ayudaron a llegar a la orilla».
«No puedo creer que esté vivo. Debería ir a comprar un billete de lotería; así de suertudo es”, continuó Reagan.
Trasciende que los trabajadores ayudaron al hombre manteniéndolo caliente después de sacarlo del agua. Posteriormente el herido fue trasladado al hospital cercano, donde se reporta que está estable y tranquilo.