A pesar de tener zonas áridas, Nuevo León conserva una riqueza natural que consiste en abundante flora y fauna, con especies endémicas.
Una de ellas es el coqueto perrito de la pradera, donde su hábitat más grande de todo Norteamérica, es Nuevo León.
La mayor parte del entorno de este pequeño roedor está restringida en una sección menor a mil kilómetros cuadrados, en el Llano de La Soledad, en el municipio de Galeana.
Este animalito es de cabeza redonda, con pelaje en tonos beige y con dientes muy fuertes para cortar plantas que le sirven de alimento.
En general, es pequeño y llega a pesar sólo 1.5 kilos; su aspecto es una mezcla entre una ardilla y un suricato, y se caracteriza por escarbar un gran sistema de praderas.
«Es una colonia muy vulnerable, en Norteamérica es la colonia más grande del perrito llanero mexicano», dijo Adrián Varela, representante de Pronatura.
La colonia está en riesgo de extinción porque algunas empresas están sembrando dentro de los llanos, siendo esto una amenaza a su hábitat.
«Encontramos una zona de pastizales donde sobreviven esas especies, y que son muy vulnerables, que están siendo afectadas para abrir más campos de agricultura en zonas donde la actitud no es para ese tema, en este caso menos cuando hay una especie tan vulnerable», lamentó.
Todos los ambientalistas y amantes de los animales pidieron ponerse alerta por la ambición de los hombres que se encuentran atentando contra los perritos de la pradera.
Como neoleoneses es importante promover y cuidar el hábitat de la entidad, ya que no sólo se está poniendo en peligro el futuro de nuestro territorio, sino también la existencia de esta especie que desde hace muchos años habita el planeta.