El gobierno estadounidense ha dejado de otorgar visas especiales para tratamientos médicos a inmigrantes que solicitan quedarse en el país por un tiempo determinado.
El USCIS (Servicio de Ciudadanía e Inmigración) envió este mes cartas a los familiares de las personas con enfermedades terminales y la única excepción es para miembros de las fuerzas armadas y sus familias.
Esta decisión del gobierno fue calificada por por médicos, abogados y activistas como una “sentencia de muerte” para las familias que buscan tratamientos para niños con enfermedades como cáncer, fibrosis quística, parálisis cerebral, distrofia muscular, entre otras.
Una portavoz del USCIS dijo que la política entró en vigor el pasado 7 de agosto.
Esta situación impacta en todas las solicitudes que están pendientes de aprobación e incluye a las que han solicitado renovación por dos años y a los que son solicitantes por primera vez.
En la ciudad de Boston esta situación afectaría a unas 20 familias que tienen hijos con padecimientos de cáncer, VIH, parálisis cerebral, epilepsia, entre otras.
Ed Markey, senador demócrata, consideró el hecho como “lo más bajo” y señaló que «Donald Trump literalmente está deportando a niños con cáncer».
Se calcula que por año son aproximadamente mil las solicitudes de visa de este tipo, por personas no militares.
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