Debido a la falta de rutas urbanas, los taxistas que están autorizados por el Gobierno y los de las aplicaciones (Uber, Didi), aumentaron los precios hasta en un 400 por ciento del precio normal.
Los escasos taxis que quedaban libres, pedían un monto de 200 pesos, cuando lo común son 50 pesos.
«Yo voy a Churubusco donde pago 48 pesos y ahorita me piden 210», dijo una mujer afuera de la Central de Autobuses.
En ese punto muchisimas personas buscaban desesperadamente una alternativa para ir a sus destinos, tras haber llegado a la ciudad después de las vacaciones de Semana Santa.
En aplicaciones como Uber y Didi, la tarifa se elevó por la demanda, ya que hubo a quienes les cobraban de 250 a 400 pesos, en casos desde San Nicolás al centro de Monterrey.