Últimamente se hizo tendencia inyectarse bótox para aumentar el volumen de los labios, pero a veces no se obtienen los resultados deseados. Este es el caso de Rachel Knappier, quien el diciembre del año pasado dio a conocer mediante las redes sociales el horrible resultado de participar en una fiesta donde aplicaban bótox.
Este hecho sucedió en el mes de noviembre del 2018, cuando la joven Rachel, de 29 años, vio el anuncio de Bretony Gallimore, una experta en implantes y rellenos de Londres, y fue ahí cuando decidió arreglarse sus labios.
Rachel, asistió a la fiesta con su amiga, y después de sus tragos de más, decidieron comunicarse con la experta en implantes, para que le añadiera bótox en sus labios.
La experta asistió a la fiesta y le aplicó el relleno a Knappier, el cual tuvo un costo de 220 libras, osea un alrededor de 176 mil pesos. Rachel relató que después de cuatro horas salió de la reunión y se fue a dormir, pero su pesadilla comenzó cuando despertó y notó que el tamaño de sus labios se habían cuadriplicado.
Después de una crisis te histeria, Knappier decidió llamar a Gallimore para pedirle que retirara el relleno, ésta le dijo que ella no realizaba ese procedimiento, pero que le recomendaba que se pusiera hielo sobre sus labios para que bajara la hinchazón, algo que no ocurrió.
Durante siete días Rachel no salió de su casa, hasta que un amigo le recomendó una clínica donde podían solucionar su pequeño problema. Ni tarde ni perezosa, asistió al centro médico en donde le disolvieron la sustancia durante una hora y fue así como sus labios volvieron a la normalidad en un lapso de 72 horas.
Mientras tanto, la policía de Londres está tras los pasos de Betony Gallimore, quien se cree que realiza “fiestas de bótox” todos los fines de semana.
Knappier espera que su caso genere conciencia en otras mujeres y se informen mejor sobre estos procedimientos estéticos.