A pesar de que sus aficionados protagonizaron una riña previo al Clásico 117, Tigres y Rayados no serán sancionados.
El presidente de la Liga MX, Enrique Bonilla, explicó que los hechos no fueron en las inmediaciones del estadio.
Argumentó que el operativo de seguridad se llevó con normalidad, y se cumplió con lo pactado.
«Lo que se acordó en la junta previa se cumplió, en la zona del estadio hubo paz y tranquilidad.
«Debemos tener muy claro que esto fue a una distancia considerable del estadio, esto no fue en el perímetro en el que se estableció la seguridad», comentó.
Además, indicó que se analizó suspender el encuentro, pero que por recomendación de la autoridad se siguió con el evento.
«Se platicó con las autoridades y lo que recomendaron fue que el evento tenía que seguir. Hubiera sido mucho mayores las consecuencias de suspenderlo, que permitir el encuentro.
«Las cosas no se hacen nada más por que sí, siempre hay un trabajo atrás, siempre se buscó lo mejor», mencionó en una entrevista televisiva.
Bonilla descartó que los actos vandálicos sean problema del futbol, y lo adjudicó a una problemática social.
«Esto no es problema del futbol, no es un problema del deporte, es un problema de la sociedad en la que todos tenemos que poner nuestro grano de arena», comentó.