Un joven de Nueva Orleans de 18 años recibió un disparo en la cabeza mientras paseaba a su perro y su familia decidió darle una muy peculiar despedida.
Su familia decidió embalsamar el cuerpo del joven y ponerlo en medio de la sala de la funeraria, simulando que estaba jugando video juegos como acostumbraba.
Un sillon reclinable, un control de playstation, su jersey favorito y sus frituras favoritas fueron los elementos que acompañaron el cuerpo de Renard Mattews.
La madre del fallecido señalo que su hijo era “poco hogareño” por lo cual decidieron darle una despedida poco usual.
Para la funeraria no fue nada extraño pues están acostumbrados a realizar este tipo de embalsamientos recordando que ya habían embalsado el cuerpo de un baterista, sobre su batería arriba de un escenario.