El 1944 George Cukor dirigió una película llamada «Gaslight», protagonizada por Ingrid Bergman y Joseph Cotten, la película trata de una pareja recién casada que se mudan a la casa de una tía que recientemente había fallecido. La mujer comieza a escuchar algunos ruidos en el ático, extravía cosas o confunde la realidad hasta tal punto en el que cree que se está volviendo loca, sin embargo pronto descubre que es su marido quien hace los ruidos, que le cambia las cosas de lugar, vamos, es él quien le hace creer que está loca.
Esta película le dio el nombre a un tipo de abuso de género; «Gaslighting» o en su traducción en español «Luz de gas», y es un tipo de maltrato psicológico que se desarrolla principalmente entre parejas y quien regularmente lo ejerce el hombre a la mujer.
Este tipo de abuso busca principalmente desestimar a la víctima, anularla como persona, se pone en tela de juicio todo lo que opina, lo que dice, incluso se cuestionan los sentimientos y el estado de ánimo de la mujer, algo que definitivamente no debería ser cuestionado. Estos constantes cuestionamientos afectan la autoestima de la mujer y se vuelve muy insegura pues comienza a creer que todo lo que ella piensa está mal, que ella misma vive con otra perspectiva de la realidad que no es válida, por lo que comienza a ser una persona callada, retraída, llena de dudas e inseguridades tan fuertes que termina siendo anulada.
Para prevenir este tipo de maltrato es importante detectar cuando alguien te dice que estás loca, o que estás imaginando cosas, si sientes que alguien te está haciendo dudar de tu propia cordura es importante que lo externes, que se lo digas a alguien más, siempre confía en ti, en tus pensamientos, en tu intuición, si algo te dice que no está bien entonces no está bien.
No dudes de ti.