La capital italiana amaneció nevada, hace seis años que no se registraba una nevada tan intensa en esta ciudad. Hubo suspensión de clases, cierre de avenidas y complicación de vialidades.
Aunque la ciudad se paralizó por los efectos del hielo y la baja temperatura, sus habitantes presumieron las mejores postales del Coliseo Romano, el Vaticano y muchos otros sitios.