Ante su enojo por no ser atendida en el IMSS, una mujer ingresó a las instalaciones del seguro social de Matamoros, Tamaulipas con una escopeta calibre 12.
Varios elementos de seguridad acudieron a las instalaciones y de manera tranquila le solicitaron entregar el arma para poder ayudarle, mientras ella insistía en hablar con la directora de la clínica para ser atendida.
La mujer comentó que llevaba tres días ahí sin ser atendida y sentía que «le explotaba la cabeza», que ya no sabía que hacer con su malestar.
Personal de la clínica se resguardaba en el lugar ante cualquier situación que pudiera ocurrir.